martes, 21 de abril de 2009

"NOCHE SENSACIONAL"... POR LA TARDE (I parte)

Servidor tiene fama de hablador.Así es, mis amigos y demás gente cercana se han encargado de hacérmelo saber durante estos años.La verdad, creo recordar que no siempre he sido así.

Cuando era más pequeño, en el colegio, no era precisamente el mayor de los habladores, por corte y tímido.Sin embargo me habría gustado abrirme un poco más a la gente, pero ya se sabe, los prejuicios, y más a esas edades condicionan la vida de cualquier chaval, cosas del tipo:Miedo al rídiculo, a que se mofen, en resumidas cuentas, las comeduras de cabeza de culaquier persona introvertida.

Pero mi verdadera naturaleza no es la de un ser introvertido, más bien todo lo contrario,soy sociable.Me gusta encajar y entablar una buena relación con la gente que me rodea, ya sean compañeros de universidad, del trabajo, o por supuesto mis propias amistades.

Así que después de madurar, comprendí que no quería que me volviera a suceder lo que en años anteriores y me hice la promesa de cambiar.Con una seguridad renovada en mí mismo empecé a sociabilizarme con los demás allá por donde la vida me llevaba.

Puede que a lo mejor se me haya ido de las manos, y en ocasiones habla bastante más que la media, pero ¿qué queréis que os diga? no soporto los silencios incómodos, eso de estar con alguien y estar los dos, cada uno mirando a las nusarañas como si no nos conociéramos, sencillamente para mí es de lo más desagradable de este mundo.

Por eso sí hace falta soy yo el que rompe el hielo.

Y claro con esta actitud no es raro que a veces algunas personas que por ejemplo acabe de conocer, en seguida me digan que hablo bastante, diciéndolo de un modo más educado, jeje.

Caso aparte son las bromas de los amigos por suepuesto, como dicen, la confianza da asco, y más cuando tienes amigas que disfrutan picándote,les encanta tomarme el pelo, pero parece ser que la opinión de que hablo en cantidades está al margen de amistades y conocidos, porque como os digo, hasta los que me conocen de poco se quedan con una imagen por el esilo de mí.

Pero no siempre hablo por los codos; para ello hace falta que me encuentre cómodo, y que mi interlocutor me produzca interés, si no, olvídate.No hablo nada, me quedo serio, como una tumba.

Los que me conocen, como por ejemplo, mi amigo Sebas, cuando me ven en esa actitud enseguida me preguntan si me pasa algo.Hay veces que sí, pero también hay otras que no, lo que ocurre es que no siempre puede uno estar de buen ánimo y hablar por los cuatro costados, hasta yo necesito descansar.

De las cosas más desagradables que me han dicho por esta costumbre, llamémosla así, es que me callara porque les estaba dando dolor de cabeza, sin embargo, hasta el día de hoy, a pesar de las burlas, chistes y bromas, nadie me ha pedido que me calle, salvo por este comentario claro.Pero por lo demás, nunca me han tapado la boca, y es que el día que me callara, me parece que más de uno me iba a pedir que volviera a hablar, jeje.

A lo que íbamos.Gracias a esta facilidad mía para entablar conversación con cualquiera fue cómo me enteré que uno de los chavales que había estado de figurante conmigo esa tarde de abril lluviosa, era arquitecto.

Mi primera reacción fue de sorpresa, ¡madre mía, que pequeño es el mundo!

Este chaval se llamaba Juan, si no me equivoco, es de Argentina y se había venido a España donde llevaba dos años.Al principio ejercía de su profesión pero con el tema de la crisis, catapúm!
Me comentó que también había estado trabajando en Londres, con lo que debía de manejarse en Inglés claro está, hecho que me llamó la atención ahora que estoy dándole vueltas a la idea de apuntarme a la escuela de idiomas.

Estuvimos hablando hasta que me baje en mi parada para hacer un transbordo.Su conversación me dio aires positivos, como él decía "esto es algo pasajero, más tarde ó más temprano esto se pasará", y es verdad, la pregunta del millón es ¿hasta cuándo estaremos así?

Me despedí de él con un apretón de manos y me encaminé hasta el andén donde coger el metro a mi casa.

Al día siguiente tenía también un compromiso: A principios de semana mi hermano empezó a llamar a otra agencia que lleva programas de televisión, era la misma coordinadora que nos llevó al programa Esta casa era una ruina, de antena 3.

Por fin le cogío el teléfono y mi hermano le consultó qué podía ofrecerle para esa semana.Supervivientes, descartado, deja, deja, con una ya fue suficiente.

Y entonces fue cuando se lo ofreció:Ir de público a una gala de José Luis Moreno.¿Una gala de Jose Luis Moreno? pero si no se ve ninguna por estas partes, aunque claro, al menos en Madrid, pero ¿qué pasa con las cadenas autonómicas?

Mi hermano me pasó el teléfono y le di mis datos a Ana, la coordinadora, y así fue como me apunté a este tema aunque solo fuera por acompañar a mi hermano.Al rato me dice, oye ¿por qué no se lo dices a tu amigo Darío y así somos más?

Le llamé, y como le venía bien, intenté apuntarle.Dos días me tiré para localizar a la tal Ana pero por fin me lo cogío y le pude apuntar.

Y ahí estábamos, jueves tarde, esperando la ruta que nos llevaría al estudio de grabación donde se rodaba el programa.

Aunque era mediodía, hacía un viento terrible, igual que la tarde anterior.Después de unos minutos en la puerta entramos al calor del plató.

Lo que me encontré fue lo siguiente:Un escenario típico de las galas de Jose Luis Moreno, al estilo de la mítica Noche de Fiesta, incombustible programa (o eso creían) de la noche de los sábados en la primera de televisión española donde se combinaban actuaciones musicales, números de humor, teatrillos y modeluquis en un frenesí que duraba hasta las dos de la madrugada.

Pues esto era una copia tal cual, solo que con un presupuesto más reducido, porque el programa se emite en Castilla La Mancha, Valencia, y otras por el estilo.Pero el progama se rueda en Madrid, anda que...

Y bueno, ni que digamos del esfuerzo mayúsculo que hicieron en pensar un nombre nuevo: De Noche de Fiesta pasamos a Noche Sensacional, seguro que los cerebros les estallaron de lo que pensaron ein?

Al entrar nos dieron una bolsa de patatas y una botella de agua, ¡anda mira se agradece! y según fuimos entrando nos pusimos en hilera a esperar que nos sentara la encargada del público.

Pues atención, vino "la teniente O'neil", ó al menos lo parecía y nos separó a mi amigo, a mi hermano y a mí, sentándonos cada uno por su lado.Aunque le preguntamos si nos podíamos sentra juntos ella nos soltó un NO de la forma más borde que pudo, ¡hala, a tomar por saco!

Y perplejo como me quedé, vi a mi amigo Darío en la primera fila pero en la otra punta de mí. Con mi hermano hubo más suerte y lo colocaron de forma que sólo había una chavala intercalada entre nosotros, pero cualquiera cambiaba los sitios, venía la teniente corriendo y te ponía firme en un momentito, no veas...

Pobre Darío, encima que se vino a acompañarnos, por estar con nosotros y lo ponen en la otra punta, aquello comenzaba mal y no había hecho más que empezar la tarde...

1 comentario:

  1. jajajajaja heyyy!!! noche sensacional lo vimos en Alicante cuando estuvimos de vacaciones xDDDDD jajaj me parto

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Gracias por tu tiempo :)