lunes, 13 de abril de 2009

ESTE CURRO ES UNA RUINA (I PARTE)

Habéis de saber que soy de naturaleza despistada.Y eso es así desde siempre, no lo puedo evitar.Sí es cierto que durante los años he ido poniéndole remedio con una forma de ser organizada, poniendo cierto orden en mis asuntos y planificando mis tareas (creo que ya he tocado el tema de la planificación anteriormente verdad?).

Sin embargo hay hábitos que no consigo mejorar, y que vuelven una y otra vez sin remedio, como por ejemplo el de dejarme el carnet olvidado en la multifuncional de casa después de hacer una fotocopia.En más de una ocasión me ha pasado, siempre que termino de hacer la copia cojo el folio me quedo con ella muy felizmente y me olvido del tan preciado documento que ha quedado oculto bajo la tapa del escáner.

En ocasiones es mi hermano el que se da cuenta del decuido y corre a decírmelo, no sin antes echarme la bronca por lo despistado del asunto, porque no os creáis, ya me ha ocurrido unas cuantas veces.Y como Murphy está presente en mi vida no podía ser de otra manera, y tenía que ocurrirme lo mismo el día que más necesitaba mi dni, el día del anuncio.

Cuando empecé a buscar por mi cartera, que para nada es grande, de un vistazo se ve todo, comprendí que por más que buscara y rebuscara el carnet de identidad no estaba ahí.Entonces tuve un flash de estos repentinos y mi conciencia retrocedió kilómetros atrás hasta mi habitación donde sin duda, el dichoso carnet figuraba sobre el cristal del escáner.Maldita sea mi memoria a corto plazo.

¿Qué hacer? Sin carnet no podía coger el autocar con mi hermano para ir al anuncio; más que por las pelas, sentía no poder acompañarle.Pero por suerte, desde hace dos años cuento con otro documento igual de acreditativo que el dni y que cuesta mil veces más sacárselo, ya sea por dificultad, tiempo ó dinero: El permiso de conducir.

Por lo visto era igualmente válido, ya os digo incluso más, para poder identificarme.Así como por suerte con este documento no suelo hacer muchas fotocopias, estaba donde tenia que estar, en el bolsillo de mi cartera.Problema resuelto, ahora a la aventura.

Teníamos por delante una hora de trayecto hasta la provincia de Guadalajara, en plena sierra.Ahora entendía lo de la ropa de abrigo, y eso que en ese fin de semana las temperaturas habían bajado; pero claro al ir por la calle con ropa de invierno a últimos de marzo pensé que la gente podía quedarse del otro lado, aunque yo soy del dicho "ande yo caliente ríase la gente", y además que ese domingo resultó un día nublado de lo peor, con lo que muy a disgusto no iba abrigado.

Mi hermano se sentó con un conocido de cuando fue de público a un programa de antena 3, cuyo nombre no diremos pero sí os diré que lleva muchos añños en antena y contiene la palabra diario.
Sigamos, el caso es que el chaval fue verle y acapararle, así que yo me ubiqué donde pude.

Después de la hora, sobre las cinco y media de la tarde llegamos a lo que parecía una urbanización privada, a unos kilómetros antes de llegar al pueblo de Almoguera.Tomaba por nombre "Las Fuentes", al menos eso ponía en el enorme cartel de piedra de la entrada.

Yo no tenía ni idea de que pintábamos rodando un anuncio en plena sierra, pue sí que estaban lejos los estudios de grabación.Sin embargo, por el camino se oyeron rumores de que en realidad íbamos a hacer una figuración para el programa Esta casa es una ruina, de antena 3 también.

La dinámica de este docu-show consiste en lo siguiente: El equipo del prorama se desplaza hasta la casa de una familia desfavorecida para rehabilitarla debido a las malas condiciones.Mientras tanto la familia en cuestión está una semana fuera de vacaciones pagadas por el programa.Es en esa misma semana en la que el equipo debe realizar las obras.

Anteriormente he visto ediciones de este programa y por regla general suelen atender casos extremos, de gente pobre.Con lo cual ¿qué pintábamos en una urbanización residencial, con chalets que tenían toda la pinta de ser residencias de segunda vivienda?No, se trataría de un error, ó eso pensé.

Cuando vi el autobús con el logotipo del programa vi que todo era cierto: Dios, que bajo habíamos caído.No por nada, sino por el hecho de haber sido engañados para ir a aparentar ser vecinos de gente que ni conocemos ni sabemos quienes son, al culo del mundo, con perdon.Y para más inri, con un frío de cojones.

Como ya os he contado en anteriores entradas, la tele es engañosa.No te puedes fiar a primera vista de lo que ves.Éste es un claro ejemplo.

Aunque llegamos a las cinco y media, hasta las ocho y pico de la tarde no nos llamaron para grabar.En todo ese tiempo cada uno se entrtuvo como pudo.Mi hermano y yo esperamos dentro del autocar.El chaval que fichó a mi hermano no lo dejaba ni a sol ni a sombra, enseñándole música de su mp3 y hablando sin parar.Mi hermano por educación le escuchaba y le atendía con más paciencia que un santo, y total, no había nada mejor que hacer.

Por fin nos llamaron y nos contaron la situación: "A ver chicos, ahora nos van a llevar delante de la casa.Ya le han comunicado a la familia que les van a arreglar la casa.Sólo queda que salgan, se los lleven en la limusina y les despidamos.Nosotros vamos a aparentar que somos la gente del pueblo y tenemos que ser muy efusivos, tiene que ser una fiesta.Por favor hacedlo bien a la primera porque no se puede repetir, es un falso directo y tiene que quedar bien.Además el equipo está un poco de mal humor, lo típico , es domingo y no les hará mucha gracia currar hoy.Gracias".

Y con esa alegría que nos caracteriza a la figuración fuimos para la entrada del lugar, y nos colocamos donde nos dijeron.Fijate, una vez más me posicionaron delante de todas las cámaras, fijo que se me verá.(Y hablando de verme, esta semana santa he salido en el capítulo de HOSPITAL CENTRAL, mi debut televisivo, jeje, pero ya hablaremos de eso otro día), y al poco, salieron todos los miembros de la familia.

Desde la entrada hasta la limusina había una alfombra roja por la que discurrieron todos y cada uno de los protagonistas, presentador incluido.A pesar de que ya era casi de noche, unos focos enormes se encargaron de dar más luz al lugar que incluso tratándose del mediodía.Tras unos cuantos minutos aplaudiendo y gritándo vítores, por fín el presentador nos mandó callar para dirgirse a sus invitados y despedirles.Como había que aparentar, yo soltaba por mi boca frases del tipo "¡Enhorabuena!, bravo ó felicidades", la coordinadora se partía conmigo, y luego al final "buen viaje" y esas cosas.

Lo gracioso del asunto fue que una vez que se hubo marchado la limusina, ó eso creíamos, tuvo que volver porque se había dejado varias maletas.Anda que, dando la marcha atrás la limusina blanca perdió todo su glamour, la magia del momento despedida desapareció de un plumazo.

El caso es que íbamos camino de las nueve y media y se suponía que íbamos a salir de allí a las diez.Cada vez hacía más frío y no sabíamos si nos íbamos a ir ya.

Al momento llega la ayudante de producción pidiendo quince chicos para enfundarle la camiseta del programa y un casco.Mira por donde, la mano inocente me pilló y ahí me vi, con los otros catorce, preparado para hacer vete tú a saber qué.Nos pusimos la camiseta por encima de los abrigos porque ni de coña nos los íbamos a quitar con el frío que hacía, y claro, parecía que estábamos rellenos de goma espuma, jaja.

Al final, después de unos minutos hubo cambio de planes y en vez de quince, fuimos todos los hombre los que nos enfundamos el uniforme.Nos colocaron al principio de la calle en hileras de ocho personas, y en pelotón fuimos desfilando detrás de la banda municipal hasta la entrada de la casa, otro momentazo estelar del programa.Porque resulta que al final , después de cinco minutos bailando y desfilando, el presentador se equivocó al pronunciar el nombre del municipio y hubo que repetir esa última parte. Qué gracia, de verdad.

Ya por fin, nos soltaron y nos fuimos para los autocares.Las diez y media, a casa, que ganas de entrar en calor.Sin embargo había algo que no funcionaba:Sólo se estaba llenando un autocar, y habíamos venido en dos.

Por lo visto había que llenar primero uno, y se iba cobrando el dinero en metálico según subías.Pero al poco tiempo se empezó a oir la proposición de quedarse una hora más y redondear la cifra convenida.Si te ibas en ese momento 26 euros, y si te quedabas una hora más, 30 (sé que es muy feo hablar de dinero pero con vosotros hay confi).

Mi hermano, que le puede el tema ganar pelas, me dijo enseguida de quedarnos.El chaval que lo acompañaba y acabó acompañándonos a los dos, junto con otro más que se sumó al grupo, decían lo mismo, asi que me dejé arrastrar y acepté quedarme una hora más a pesar del frio y las ganas de irme a casa.Además nos darían de cenar.

Así que nos dijeron de esperar en el otro autocar, ah! con que el otro autocar es para la gente que se quedaba ein? y si había mas de la mitad que se quisieran ir a casa en ese momento? no cabían en un sólo autocar, y de hecho así pasó: Los más rezagados que no consiguieron obtener plaza a tiempo en el otro autocar se tuvieron que quedar a la fuerza.

Bueno, y ahi estábamos nosostros, con la luz apagada, sentados en los asientos esperando en medio de la sierra.¿Qué nos harían hacer en breve?¿y cuando terminaría mi noche?

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