lunes, 20 de abril de 2009

NO SIN MI AMBU

Yo soy una de esas personas a las que la energía del sol les sienta de maravilla.Una de las cosas que más me gusta de vivir en España es precisamente su clima, en el que el sol tiene un importante papel, por eso no es de extrañar que el verano sea mi estación favorita del año.

Las vitaminas del sol hacen que me encuentra activo, con energía, en cambio, en los días nublados mi estado de ánimo baja, me pongo de mal humor y una morriña me acompaña prácticamente durante toda la jornada.Odio los días nublados, y si son con lluvia peor aun.

La lluvia es un engorro.Sé que es vital para la vida, no queda muy lejos la época de sequías que mantuvo al país en vilo, pero cuando llueve todo es más complicado si tienes que salir a la calle:Embotellamientos de tráfico, medios de transporte con retraso y abarrotados de gente,charcos, charcos y más charcos, y por supuesto cargar con el dichoso paraguas.

Aunque os diré que por regla general yo soy de esos valientes que se aventura sin uno de esos chismes a pesar de que amenaza la más negra de las nubes, unas veces por olvido y otras de forma premeditada.Y claro, unas veces me libro del aguacero pero alguna que otra me ha pillado de refilón.

Lo mejor en un día de lluvia para mi entender es quedarse en casa, calentito, agustito... así sí se disfruta de la lluvia; pero a menos que se dé la coincidencia de que sea fin de semana, entre diario no hay más remedio que resignarse y salir a la calle a cumplir con las obligaciones.Deberían suspender ciertas actividades, al menos las que estén al aire libre, con lluvia.

Pero noooo, hay cosas que aunque llueve, nieve o haga un temporal de mil demonios, no se paran ni se suspenden, como por ejemplo, el rodaje de una serie de televisión.

Era miércoles, sobre las cuatro y pico de la tarde y estaba en el metro, camino del lugar donde se rodaba ese día.

No pillaba muy lejos de mi casa, y confiaba en que ese día saldría antes.Me habían citado a las cinco y media, con lo cual, si más o menos la hora a la que solían terminar eran las siete, echando un sencillo cálculo estáría sobre hora y media, o como mucho dos.

Llegué enseguida al punto de encuentro pero estaba más desértico de lo normal.Apuré hasta casi la hora de encuentro pero seguía sin haber actividad, así que llamé al número de teléfono del coordinador, que por lo visto me había intentado localizar para confirmarme el cambio de dirección.Como estaba en el metro no lo pude coger, y eso le expliqué al llegar.

Por suerte la nueva dirección sólo variaba en unos números más arriba.

Cuando llegué al lugar de los hechos eso era un tinglao de mucho cuidado.Por lo visto, habían simulado un accidente de autobuses:Uno había embestido a otro por detrás, quedando los dos hechos una verdadera pena.No hace falta decir que los samur y los polis llegaron a tiempo verdad?

Pues finalmente conservé mi papel.En esta ocasión no habría cambio de última hora, menos mal, así más diversión.Me coloqué junto a mis compañeros figurantes y esperamos delante del vestuario portátil, que se encontraba en una de las paralelas a la calle del siniestro.

Corría un frio que calaba hasta los huesos.El cielo encapotado, amenazando llover,y con viento, eso era una tortura.Además, yo estaba poco abrigado porque creía que íbamos a rodar en interiores.Fue un verdadero suplicio.

Pasado un rato nos cambiamos por turnos, dejamos a buen recaudo nuestros efectos personales y salimos de nuevo a la calle caracterizados con nuestras nuevas identidades.

Mi atuendo era el típico polo amarillo con el chaleco a juego.Por allí pululaban samur de verdad, y llevaban forros polares de color naranja.Le pregunté a la de vestuario si tenían de eso, y me contestó con un rotundo no.Bueno, pues nada, a pasar frío, leñe!

Nos acercamos al lugar de rodaje mientras esperábamos que nos llamaran.Mientras tanto yo entablé conversación con varios de mis compis.Hablamos de los trabajos, de las diversas agencias y cómo pagaban, más o menos por ese estilo.

Todo esto rodeados por vecinos y vecinos que se habían acercado a cotillear qué estaba pasando en su hasta ahora apacible barrio.Unos cuantos nos preguntaron qué día se emitía ese capítulo y nosotros les contestamos como pudimos.Además no olvidemos que por esa hora coincidía la salida de los niños del colegio, y normal, al ver las cámaras no faltaron las niñas que se acercaron pidiendo autógrafos.Buscaban a los actores está claro, pero el caso es que incluso les pidieron uno a un chaval que estaba de figurante como nosotros, de raza negra.Se ve que lo confundieron con el cirujano que sale con House, que también es de color, jeje.

Al rato vino uno de atrezzo y nos dio un fonendoscopio a cada uno de nosostros.Los había de varios colores:Negro, verde, rojo, en fin, para elegir, si llega a haber uno de color naranja me lo quedo, pero no había tanta gama.

Como no se nos requería y huyendo del frío, nos refugiamos en un soportal que había por allí.El equipo estaba en una esquina, donde había además una cafetería regentada por chinos, en la cual comió todo el equipo.El chino habñia hecho su agosto ese día, seguro.

Y sobre las ocho y media, es decir, tres horas después de la cita, por fin necesitaron de la figuración.Pero como estaba lloviznando en esos momentos hicieron un parón hasta que cesara la lluvia, y mientras tanto esperamos dentro de uno de los autobuses siniestrado.

La verdad es que por dentro era una autentica pena:Ventanas rotas, la puerta caída, en fin, que no estaba para más viajes.

Transcurridos unos minutos llegó el momento de actuar.Una chavala encargada de la figuración nos dio las indicaciones a cada uno.

Al principio me dieron un aparato, llamado AMBU, el típico para darle aire a los accidentados.Después me posicionaron, y me dijeron que la cámara me seguiría al principio de la secuencia."Esto ya lo he vivido, claro, con el poli recoge-maniquíes!"

Pero al momento cambiaron de idea, y me dijeron que mejor entrara por el otro lado para después ponerme al lado de uno en camilla a darle aire con el AMBU.Pusieron a otro en mi lugar que se daría el mismo paseillo pero con un collarín en la mano.

Hicimos varios ensayos:Yo estaba con el AMBU, y el chaval negrito estaba a mi lado con el suero.

De nuevo hubo otro cambio de planes, y no sé por qué, pero me llegó la chavala, me quitó el AMBU, y me puso a vendarle el brazo a un chaval que estaba delante del bus.¿Y esa destitución? de insuflar aire a un accidentado he pasado a poner vendas? pues si que lo debía de hacer mal no?

Pero el caso es que no era nada personal, sencillamente me pilló cerca del muchacho de las vendas, así que por no dejar a nadie solo, me pusieron con él y a Obama (así se apedillaba el chaval, no es coña!) le pusieron con el suero y con el AMBU a la vez.

¡Jo, con lo que molaba el cacharrito! Te hacía sentir hasta importante y todo, y ahora a poner un simple y triste vendaje, que fastidio, me habían cortado la diversión.Pero como uno es un profesional, me metí en el papel a fondo y me puse a conversas con el chaval al que tenía que cubrir todo el brazo.

En el rato que estuvimos juntos me enteré que él había venido con Penélope pero a través de un contacto:Un amigo suyo era sobrino de una de las coordinadoras.Llevaba ahí desde las dos. o sea que había tenido suerte de haberme citado a las cinco y media.

Rodamos varias secuencias, aunque no notamos la diferencia porque en todas le vendaba el brazo.Cuando cortábamos, volvía a enrollar la venda para no quedarme sin rollo.En una de las grabaciones la chavala de figuración nos pidió que habláramos fuerte para que se grabara el murmullo que dijéramos.

Y ya, con la noche caída, escuchamos las tan ansiadas palabras que nos liberan siempre:La figuración ha terminado.Biennnnnn!

Las nueve y media, a casita.Y yo creía que a las siete estaríamos fuera, ja, cuando escuché que tenían pensado grabar de noche me llevé las manos a la cabeza.Menos mal que la cosa no empeoró y nos fuimos a una hora razonable.

Aun con todo solo fueron cuatro horas, con lo cual, de Hospital Central fue de las colaboraciones más cortas.

Me cambié lo antes posible, esperando primero a que se cambiara un actor, porque por supuesto actores y figuración van a parte, esto es así, de siempre han existido clases.Y tiré para el Metro.

Allí ví de casualidad a uno de los que había estado conmigo, solo que hacía de poli y no de samur.Empezamoa a hablar y no sé cómo pero me vi contándole mi inevitable historia, la del ingeniero en paro.Lo que no me esperaba era la respuesta: "Yo soy arquitecto, y me pasa lo mismo que a ti".

¡Toma, qué pequeño es el mundo!Así que otro técnico metido a figurante, y coincidimos.Por fin un caso como el mío.

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