TODO TIENE UN COMIENZO

Según las estadísticas, las personas que vivimos en grandes ciudades, "los urbanitas", estamos sometidos a un ritmo de vida tan ajetreado que el extress es la causa más frecuente de nuestras dolencias físicas, tales como el imsomnio, dolores, tirones, etc.

Hasta hace poco mi vida era un continuo no parar: Paralelamente a la redacción de mi proyecto de fin de carrera estaba llevando una beca en una oficina de cálculo de estructuras.Por las mañanas pasaba cinco horas en el curro, y por las tardes después de comer me ponia otras tantas con el proyecto.Llegó a complicarse tanto (yo soy así, si no me complico la vida no soy feliz) que a medida que se acercaba la fecha de entrega empecé a experimentar una espiral de agobios, nervios, comeduras de cabeza ... ya he dicho que soy un agonías verdad?



Total que me absorvió por completo dejando a un lado amigos y demás vida social para volcarme en mis competencias profesionales, curro y proyecto;proyecto y curro.La historia de como llegó a buen puerto la contaré en otra ocasión, la cuestión es que después de siete meses de intensa actividad, de vivir por y para el trabajo llegó la infinita calma... y con ella el aburrimiento, claro.



Los médicos dicen que el extrés (¿se escribe así?) puede matar a una persona; reconozco que efectivamente puede ocasionar estragos en una persona, en mi caso la semana antes de entregar el proyecto parecía un cadáver, pero eso es otro cuento; el caso es que por agobiante que sea, para mí el extrés es soportable, en cambio el aburrimiento no.



Sin duda el tedio es lo que con diferencia menos soporto en este mundo, eso sí que puede acabar con una persona, al menos conmigo.Pero me explicaré:



La calma llegó el último mes del año.Tras entregar los últimos proyectos en los que participé en la oficina, dejaron de entrar nuevos trabajos.Lo que pasa es que en esos días se nos echaron encima las fiestas navideñas, y claro, con eso de que las empresas estaban cerrando el año no le dimos demasiada importancia, "ya saldrá algo".



Pero los días pasaban, y las hojas del calendario iban cayendo como las hojas de los árboles en otoño, curioso símil, y nada.El teléfono no sonaba, las puertas a las que llamaba mi jefe, el dueño de la oficina y alma de la empresa, no respondían, la cosa empezaba a ponerse color hormiga.El sector estaba completamente paralizado,los trabajos sencillamente no existían, no se veía ningún resquicio por donde colarnos, en definitiva no había con qué trabajar.



De hecho si no hubiera sido por el proyecto de fin de carrera me habría pasado el mes de enero con los brazos cruzados en la oficina, y aunque toda esa cantidad de tiempo libre la invertí en tan noble tarea lo cierto es que no estaba haciendo nada productivo con la empresa.



Así que al final pasó lo que tenía que pasar:Me quedé en el paro.



A finales de enero recibí mi título de INGENIERO TÉCNICO DE OBRAS PÚBLICAS, (es un decir porque el título te lo dan al cabo de dos años si tienes suerte, maldita burocracia!!) y con el título la demanda de empleo.El final de la beca llegó en el momento justo.



Sin embargo le debo mucho a mi jefe, de hecho me ofreció volver en cuanto saliera algo de trabajo, pero con esta crisis puñetera que se ha cebado con mi sector no parece que vaya a haber mucho movimiento dentro de poco, en fin, solo nos queda esperar...



Esto no me pilló de sorpresa y ya me habia hecho a la idea de que mi futuro próximo se encontraba en las colas del INEM, aquellas en las que el número de parados es más que ayer pero menos que mañana.Con el propósito de salir adelante me apunté de buena fé para ver si por lo menos, aun a falta de curro, podía hacer algún curso que mejorara mi curriculum.Pero mi gozo en un pozo, hasta abril y mayo no salía nada? Y ahora que hago en estos meses para puentear la crisis?